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Conexión con la tierra
Nuestro espacio nace de la materia prima: madera, piedra, lino y fibras naturales. Cada elemento remite a su origen y a la simpleza vital de la tierra. -
Materiales honestos
Elegimos texturas visibles y sin adornos: madera con nudos y vetas, piedra áspera, cerámica rugosa, algodón y lino. Evitamos recubrimientos excesivos y productos sintéticos que oculten la autenticidad. -
Paleta de color serena
Tonos neutros y cálidos (crema, taupe, beige, marrón, ocre, naranja) se combinan con blancos suaves para crear un fondo sereno que acoge la luz natural. -
Luz natural como protagonista
Grandes ventanales permiten que la luz fluya. La iluminación artificial imita la luz cálida del día y respeta los ritmos circadianos. -
Simplicidad funcional
Muebles y objetos con propósito claro, sin adornos superfluos. Espacios despejados que facilitan el movimiento y la convivencia. -
Artesanía y recuerdos
Exportamos valor a través de piezas hechas a mano: cerámica, textiles, cestería. Cada objeto cuenta una historia y aporta carácter al ambiente. -
Sustentabilidad y longevidad
Prioridad a calidad sobre cantidad. Muebles bien hechos, reparables y reciclables. Menos es más, pero lo que llega perdura. -
Confort sensorial
Texturas que invitan al tacto, superficies cálidas al pie, textiles que abrazan. El silencio y la calma son parte del diseño. -
Relación con el exterior
Integración con la naturaleza: vistas, jardines interiores, textiles que conectan con el entorno, y vegetación que purifica el aire. -
Crecimiento orgánico del espacio
El diseño admite cambios suaves: la casa respira, se adapta a las necesidades y a las estaciones. -
Arte y minimalismo poético
Un número moderado de piezas artísticas que inviten a la contemplación. Menos objetos, más significado. -
Precisión en los detalles
Acabados simples, uniones limpias, herrajes discretos y superficies que muestran su uso con orgullo.​​​
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